Egina no es solo mar y pistachos: también es una isla llena de rincones con alma. Aquí te comparto algunos de sus pueblos más bonitos, cada uno con su propia personalidad y magia especial. 

🌊 Ciudad de Egina 

Es el corazón de la isla y el primer lugar que muchos visitan. Su puerto, siempre animado, está lleno de barcos pesqueros, cafeterías con terraza y casitas neoclásicas que te hacen sentir en otra época. Pasear por sus callejuelas es un placer: entre iglesias ortodoxas escondidas y tienditas con productos locales, siempre hay algo que descubrir. No te pierdas la torre Markelos, donde se reunió el primer gobierno de la Grecia moderna, ni el santuario de Colona con su museo arqueológico. Termina el paseo en la lonja del pescado, una joyita junto al mar donde todo transcurre sin prisa. 

🐟 Pérdika 

Un pequeño pueblo pesquero al suroeste de la isla que enamora a primera vista. Las casitas blancas con detalles azules, las buganvillas en flor y el malecón con tabernas frente al mar crean una postal perfecta. Desde aquí puedes tomar un barco a la islita de Moni. Y si te animas a nadar, sus aguas cristalinas llenas de peces te van a sorprender: es como bucear en un acuario natural. 

💦 Souvala 

Si buscas tranquilidad, este es tu sitio. Famoso por sus aguas termales y su ambiente relajado, Souvala es ideal para desconectar del bullicio. Su puerto, con tabernitas frente al mar, es perfecto para pasar una tarde sin mirar el reloj. 

🚗 Portes 

Llegar a este pueblo ya es parte del encanto: la carretera que lo conecta con el resto de la isla es preciosa. Es un lugar sencillo, con solo tres tabernas donde se come delicioso y un pequeño puerto donde todo parece en calma. La playa es perfecta para un baño tranquilo con vistas al mar abierto. 

🏞️ Paxeia Raxi 

Un pueblo de montaña con calles empedradas, antiguas mansiones y unas vistas espectaculares al golfo Sarónico. Ideal para quienes disfrutan de la arquitectura tradicional y de los paseos entre historia y naturaleza. 

⛰️ Lazárides 

Este pequeño pueblo escondido entre montañas tiene un paisaje agreste que impresiona. Su iglesia ortodoxa, pintoresca y tranquila, parece sacada de un cuento. Un rincón poco conocido pero con mucho carácter. 

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