Sofía siempre se enfada con Penélope porque dice que todo lo cuenta. Sofía está aprendiendo a nadar para nadar con Penélope en su primera isla, en su primera parada. Sofía vendrá a la isla en junio.
Nadar, flotar, seguir nadando. Naufragar en una playa de arena o guijarros.
Penélope le dice a Sofía que esté tranquila. Que flotará perfectamente en el Egeo, ya que es un 40% más salino que la piscina del Sardinero en la que Sofía hace sus cursos de natación. Y un 4% más salino que el Cantábrico.
El Egeo es un mar adictivo. De evocador turquesa, transparente y a temperatura perfecta, te sumerges en sus aguas como en el vientre de una madre. De la Madre Tierra. Te abraza, te integra, te acoge, te acaricia.
Cuando los griegos te saludan en la temporada de verano (para ellos es verano desde su Pascua ortodoxa hasta finales de septiembre), te dan un rápido buenos días y te preguntan dónde vas a nadar hoy.
Ellos no van en verano a la playa, a la montaña, al río, al campo. Van a nadar. Como Sofía y Penélope este verano.
Los griegos nadan y nadan, fluyen en sus sueños y en su realidad, hundiéndose eternamente en el Egeo.
2 comentarios en «Flotar en el Egeo»
Jijijijiiji iré a verte y nadaremos en el Egeo 😘😘😘
🏊♀️🐠🐟☀️🏝🇬🇷😘